Gobierno encarcela a luchador social...

La jueza tercera de garantías penales, Glady Terán, sentenció como culpable al dirigente social y juvenil, Marcelo Rivera quien es presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador. Esta decisión podría encerrar hasta por nueve años al dirigente popular. Marcelo Rivera en incontables oportunidades se dirigió a los jueces para solicitarles dejen a un lado las presiones del gobierno y en función de los méritos del caso, hagan justicia. Nada de esto sucedió finalmente. En virtud de todo esto, Marcelo Rivera acompañado de numerosos compañeros suyos, en Quito, Guayaquil, Cuenca, Latacunga, mantienen una huelga de hambre, como señal de protesta frente a un fallo espurio, condicionado por la cólera de quien gobierna el país.

En efecto, en sus declaraciones la parte acusatoria, encabezada por el rector de la Universidad Central, Dr. Edgar Samaniego y su procurador, Dr. Víctor Granda, dirigente del Partido Socialista Ecuatoriano, reconoce no haber sido agredido en ningún momento por Marcel Rivera, por un lado. Y de otro lado, jamás pudieron probar a plenitud la acusación de “agresión terrorista”, una figura infame, que la parte acusatoria fraguó para junto a la presión del poder político del gobierno, condenar finalmente al consecuente luchador revolucionario.

Los abogados de la defensa de Marcelo Rivera apelarán la resolución.

Demandamos de la sociedad, condenar de manera tajante estos actos de prepotencia, que solo se veían en los tiempos del gobierno derechista socialcristiano de Febrescordero, cuando se declaraba que “a la sedición había que matarla como al pavo, a la víspera”. Hoy bajo la concepción del neoinstitucionalismo delineado por el Banco Mundial, se lleva adelante un proceso en donde, los de derecha fingen ser de izquierda, se autonombran socialistas, utilizan al che, cantan canciones protesta, insultan vulgarmente a medio mundo, se repotencia al capitalismo con fachada de revolución ciudadana, que de ciudadana no tiene ni la cédula, ni de revolución, peor de ciudadana y que al cabo de tres años en el poder no puede exhibir un solo rasgo de revolucionario ni de socialista. 

La juventud en el Ecuador se está preparando para ir en una escalada a exigir se libere a Marcelo Rivera, ni la prepotencia, ni la represión del gobierno, la vulgaridad o la ignorancia probada sobre la tradición de combate, lucha y resistencia que le honra a la izquierda revolucionaria va a detener el proceso de lucha de clases que de manera indetenible abrirá el derrotero hacia una nueva sociedad. Con la unidad indígena-popular, se derrotará al prepotente y falseta “socialista” de Carondelet.