martes, 14 de febrero de 2012

Elites e intelectuales

Por Armando L’vronk

Al leer la amarga queja de Fabián Corral titulada “Élites e intelectuales”, (http://www.elcomercio.com/columnistas/Elites-intelectuales_0_644935595.html) uno se da cuenta que el temporal desplazamiento y forzada recomposición de los antiguos grupos económicos y su también descoyuntamiento en cuanto a poseer medios informativos y otros negocios periféricos ajenos a su función financiera, es una realidad impulsada por la actual mesocracia autoritaria de intelectuales y tecnócratas en el Ecuador, para favorecer la emergencia y consolidación de nuevos bloques y grupos económicos que están haciendo buenos negocios con el gobierno “revolucionario” krreista, que tiene consecuencias en el actual proceso político ecuatoriano y en el estado de ánimo de la antigua clase dominante.


Una de esas consecuencias es que las antiguas élites  han comprendido que bajo el gobierno de Krrea no corren riesgos mayores, que no sean pérdidas de pequeños espacios en donde se incubaba el capital y se amplificaban sus ganancias, que probablemente en un proceso los volverán a recuperar...por eso Corral que pretende “humildemente” erigirse como el ideólogo de esas antiguas élites les reclama derrotado y lastimeramente...¿¿¿donde están???

Las antiguas élites prefieren seguir haciendo buenos negocios y acomodarse en estratégicos nichos que el gobierno les reserva para que se sigan llenando los bolsillos. Al ver esto Fabián Corral reniega de ellos. “Élites e intelectuales fueron las reservas morales que permitieron alentar esperanzas en los momentos de mayor desaliento. Fueron la conciencia crítica de los que querían preservar la libertad y la capacidad crítica. La agonía de las élites y la abdicación de los intelectuales son malos signos.” (El Comercio, 02, 2012)

Efectivamente Sr. Corral, son malos signos porque ya no hay antigua élite, aquella está resignadamente aceptando los excelentes resultados económicos de mayor concentración de la riqueza que le brinda la “revolución ciudadana”, pero en cambio existe una nueva élite que está emergiendo en medio del régimen de mesocracia autoritaria de intelectuales y tecnócratas y con ella nuevos grupos económicos. Esto es lo que desespera a Corral, la constatación del hundimiento de su antiguo mundo; el de las antiguas élites y de anacrónicos intelectuales neoliberales. Mientras el nuevo mundo de una nueva élite llamada por la historia a convertirse en la nueva clase dominante emerge triunfante en medio de cánticos a la patria tierra sagrada, siempre y por siempre capitalista, aunque utilice un antifaz de socialismo del siglo xxi.

Entre tanto y tanto, los dirigentes políticos de la antigua élite siguen pagando el alto precio de la hora loca neoliberal y no hay señales de recuperación. En Guayaquil Nebot maúlla solitario, el candidato presidencial del Banco del Barrio sabe que la gente tiene tirria a los banqueros, por eso para suavizar su áspero perfil dicen que buscará a un economista indígena como binomio y Alvarito Bananas apenas puede decir esta boca es mía. Mientras que en Quito, Pecas Moncallo anda con la moral por los suelos, Anrres (ID) Paes vocifera como si el mundo se fuera a acabar pero sin resultado aparente y Cezar Mon-Tuffar se ofrece como pegamento de las distintas facciones de la derecha, sin conseguirlo por supuesto, sus babas –dicen-, no dan para tanto.

Pero igual cosa reclama Corral (...¿¿¿donde están???) a los antiguos intelectuales neoliberales que hoy temporalmente se han resignado o se han asimilado oportunistamente, o de buena gana (quien sabe) en los innumerables nuevos marcos teóricos que el régimen  elabora en los también copiosos proyectos "sociales" que convence hasta algunitos izquierdistas conocidos (como rr-krreistas) y otros no tanto (conocidos).

Ya no hay intelectuales neoliberales como aquellos buenazos de antaño, solo  quedan el Moricce Pozzo, Vincent Alabornos y el Pebls Luxzio Predez que se baten como gatos panza arriba defendiendo lo indefendible; el neoliberalismo.

Esa esperpéntica teoría que hacía las veces de antiguo paradigma de las antiguas élites está hoy siendo reemplazado exitosamente en los templos de la academia corrupta por un nuevo paradigma que impulsa el régimen mesocrático, propagandizado a través del libro gordo de su Majestad que mora en el Palacio de Carondelet (http://www.youtube.com/watch?v=uSGXGYIArAg) Bien, ese nuevo paradigma se llama neoinstitucionalismo económico, con el que esos intelectuales de una academia corrupta pero de tan caro aprecio del actual régimen, elaboran fantasiosos nuevos marcos teóricos financiados por los altos precios del petróleo que la mesocracia corrupta está cosechando a manos llenas.

Los otros intelectuales, esos a los que no invoca en su artículo el inefable señor Corral, son todos empleados del gobierno o retosan muy cómodamente en sus poltronas tipo FLAXO, ahitos del grandielocuente como paradigmático discurso presidencial y de frescas líneas (de financiamiento) para decir lo que le conviene al régimen, o muy sueltos de huesos callan, como callan los que encallan, en medio de una falsa revolución. Esa falsa como impostada revolución que usa como careta una también falsa posición de izquierda para levantar prestigio y timar a incautos, mientras el krreismo se enorgullece de unos indicadores económicos que no significan otra cosa que ponerle endebles muletas a un capitalismo que se convulsiona en el mundo.


Si señor Corral, le tengo malas noticias. Yanuai élites a la usansa suya, yanuai esos sagaces intelectuales baluartes de la democracia neoliberal. Ahora la nueva élite lucha por implantar un capitalismo que usted no comprende y los nobeles intelectuales y tecnócratas trabajan incansablemente en horario extendido, (léase sabrosas horas extras) tratando de forjar los nuevos marcos teóricos y lógicos fundados en el nuevo paradigma, el neoinstitucionalismo económico, que disimulen como eficiente antifaz, el verdadero rostro de lo que está emergiendo en el Ecuador y que con tanta astucia el gobierno vende en el exterior como “revolución”. Sí, una revolución que tiene como sujeto histórico a la clase media en el poder. Si no lo creen vengan para que vean.