miércoles, 16 de mayo de 2007

CONSTRUCCIONES

Siendo él uno de los gnósticos que asumía su pensamiento como herramienta para desarmar la realidad, no pudo evitar lo que se veía llegar con evidencia irremediable: la rebelión de un grupo de ideas que, arriesgando su condición íntima y pusilánime, lograron fugarse a través de un espacio abierto y descuidado por una duda. La irresponsable duda, había desvanecido el tiempo con una margarita ya sin pétalos a su alrededor. Cuando su obligación era estar vigilante, para evitar cualquier arremetida furtiva de la verdad.

Jhon Herrera