lunes, 18 de mayo de 2009

Mario Benedetti esta con nosotros

La muerte es simplemente un cambio de estado,
lo mágico de ser escritor, de la literatura, de las letras, es que más alla de este silencio momentáneo, la palabra perdura mientras haya quiénes la lean y vivan intensamente.


¿Qué les queda a los jóvenes?

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar
abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenesen este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.

El sur también existe


Con su ritual de acero
sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos
su canto de sirenas
sus cielos de neón
sus ventas navideñas
su culto de dios padre y de las charreteras
con sus llaves del reino
el norte es el que ordena


pero aquí abajo abajo
el hambre disponible
recurre al fruto amargo
de lo que otros deciden
mientras el tiempo pasa
y pasan los desfiles
y se hacen otras cosas
que el norte no prohibe

con su esperanza dura
el sur también existe
con sus predicadores
sus gases que envenenan
su escuela de chicago
sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo
y su pobre osamenta
sus defensas gastadas
sus gastos de defensa
con sus gesta invasora

el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres
que saben a qué asir sea
provechando el sol y también los eclipses
apartando lo inútil y usando lo que sirve
con su fe veterana
el Sur también existe

con su corno francés
y su academia sueca
su salsa americana y sus llaves inglesas
con todos su misiles y sus enciclopedias

su guerra de galaxiasy su saña opulenta
con todos sus laureles
el norte es el que ordena
pero aquí abajo abajo
cerca de las raíces
es donde la memoria
ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren
y hay quienes se desviven
y así entre todos logran
lo que era un imposibleque todo el mundo sepa
que el Sur también existe

Te acordás hermano

¿Te acordás hermano que tiempos aquellos

cuando sin cortedades ni temor ni vergüenza

se podía decir impunemente pueblo?

cada uno estaba donde correspondía

los capos allá arriba/ nosotros aquí abajo

es cierto que no siempre

logró colarse el pueblo en las constituciones

o en las reformas de las constituciones

pero sí en el espíritu de las constituciones

los diputados y los senadores

todos eran nombrados sin boato

como representantes de ese pueblo

ahora el requisito indispensable

para obtener curules en los viejos partidos

y algunos de los nuevos

es no pronunciar puebloes no arrimarse al pueblo

no soñar con el pueblo

incluso hubo un ministro mexicano

(sabines dixit) que en el sesenta y ocho

unos meses después de tlatelolco dijo

con el pueblo me limpio el culo

después de todo el tipo era sincero

por otra parte en las obras más doctas

de los historiadores con oficio

el pueblo aún figura en las notas al pie

y en el último tramo de la bibliografía

pero el voquible pueblo/ en general

es contaseña de las catacumbas

de los contactos clandestinos

de las exhumaciones arqueológicas

de vez en cuando surge un erudito

que descubre que engels dijo pueblo

que gramsci el che guevara y rosa luxemburgo

que mariátegui y marx y pablo iglesias

dijeron pueblo alguna que otra vez

y ciertos profesores que todavía tienen

en sus armarios el pañuelo rojo

llevan a sus alumnos al museo

para que tomen nota disimuladamente

de cómo eran las momias y los pueblos

y claro los muchachos que absorben como esponjas

se levantan sonámbulos en mitad de la noche

y trotan por los blancos corredores

diciendo pueblo saboreando pueblo

mas como en la vigilia vigilada

ya nadie grita ni murmura pueblo

hay en las calles y en plazoletas

en los clubes y colegios privados

en las academias y en las autopistas

una paz algo densa

a prueba de disturbios

y un silencio compacto/ sin fisuras

algo por el estilo del que encontró neil amstrong

cuando anduvo paseando por la luna sin pueblo.


Benedetti fue autor de más de ochenta libros de poesía, novelas, cuentos y ensayos, así como de guiones de cine, fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1999), el Premio Iberoamericano José Martí (2001) y el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2005).Su última obra publicada, el poemario "Testigo de uno mismo", fue presentada en agosto del año pasado.Antes de su último ingreso, Benedetti estaba trabajando en un nuevo libro de poesía cuyo título provisional es "Biografía para encontrarme".