miércoles, 9 de julio de 2008

Homenaje a Paco Urondo

En la 5º Sesión Ordinaria del H.C.D de Morón, llevada a cabo el día Jueves 22 de Junio del 2006, en la parte correspondiente a los homenajes, el concejal Raúl Floreal Esteban del Bloque Frente Para la Victoria e integrante de la Agrupación Político-Social 26 de Julio de Morón, hizo uso de la palabra para rendir homenaje al Compañero Francisco "Paco" Urondo."Queremos rendir homenaje a Francisco "Paco" Urondo, de quien el 17 de Junio se cumplieron 30 años de su muerte".

"Quiero destacar que estos 30 años han servido, para que tanto su obra como su nombre, fuera rescatado del olvido, al que había sido condenado".Gran parte de la Sociedad Cultural e Intelectual lo condenó al destierro del silencio y olvido, porque no podían comprender como un exquisito poeta e intelectual, se convirtió en un militante político, un revolucionario, que entregó su vida en forma total por su compromiso político"."Paco" Urondo, fué poeta, periodista, académico y principalmente un Militante Peronista, que jamás silenció su voz para denunciar las injusticias y combatirlas de todas las formas posibles".Y en ese camino entregó su vida. Siguió combatiendo contra la dictadura militar aún después del golpe del 24 de Marzo, y cuando una patrulla lo encerró en Mendoza, decidió matarse él mismo, tragándose una píldora de cianuro, antes de entregarse a las manos de los asesinos, dando un claro ejemplo de su compromiso y coherencia con la Causa que había abrazado"."Paco Urondo, había trabajado en diversos medios como periodista y escritor, entre ellos en Primera Plana, Crisis, La Opinión y Noticias, escribió numerosos libros de poemas y cuentos, así como ese colosal libro llamado "La Patria Fusilada", en el que cuenta los relatos de los tres sobrevivientes de la Masacre de Trelew, ocurrida el 22 de Agosto de 1972 en la base Aérea de esa localidad".

"En su homenaje, rescatando su Honor y Compromiso, quiero leer unas palabras que sobre él ha escrito, otro gran poeta, Juan Gelman, quien fué tambień su Amigo y Compañero:-
"Dicen que un escritor atraviesa al morir un purgatorio de veinte años en la memoria pública"-
"El plazo está más que cumplido para ese gran poeta que fué -que és_ Francisco Urondo, caído en combate contra la dictadura militar un dia de Junio de 1976, a los 46 años de edad".
"Dejaba un libro inédito Cuentos de Batalla, que se perdió en la noche genocida. Como Rodolfo Walsh, como Haroldo Conti, Paco escribió hasta el final, en medio de tareas, urgencias y peligros de la vida clandestina. Para estos pilares de la Literatura Nacional nunca hubo contradicciones entre la militancia por una Patria Justa, Libre y Soberana, y la condición de la escritura"."Buitres de la memoria -que siempre se han cuidado mucho cada centímetro de piel- le han reprochado a "Paco"su capacidad de arriesgar la vida por un ideal. Paco no quería morir, pero no podía vivir sin oponer su belleza a la injusticia, es decir, sin respetar el oficio que más amaba".
Fué -és- uno de los poetas en lengua castellana que con más valor y lucidez, y menos autocomplacencia, luchó con y contra un sistema social encarnizado en crear sufrimiento, para que el mundo entero entrara en la história de la alegría. Las dos luchas fueron una sóla para él. Ambas lo escribieron y en ambas quedó escrito".

Copiado por: Prensa 26 de Julio Morón 27 de junio de 2006


Francisco Urondo
Poema: La pura verdad.

Si ustedes lo permiten,
prefiero seguir viviendo.

Después de todo y de pensarlo bien, no tengo
motivos para quejarme o protestar:
siempre he vivido en la gloria: nada
importante me ha faltado.

Es cierto que nunca quise imposibles; enamorado
de las cosas de este mundo con inconsciencia
y dolor y miedo y apremio.

Muy de cerca he conocido la imperdonable alegría;
tuve sueños espantosos y buenos amores, ligeros y culpables.

Me averguenza verme cubierto de pretensiones; una gallina
torpe, melancólica, débil, poco interesante,
un abanico de plumas que el viento desprecia,
caminito que el tiempo ha borrado.

Los impulsos mordieron mi juventud y ahora, sin darme cuenta,
voy iniciando una madurez equilibrada, capaz de enloquecer a cualquiera o
aburrir de golpe.

Mis errores han sido olvidados definitivamente; mi memoria ha muerto y se
queja con otros dioses varados en el sueño y los malos sentimientos.

El perecedero, el sucio, el futuro, supo acobardarme, pero lo
he derrotado para siempre; sé que futuro y memoria se vengarán algun día.

Pasaré desapercibido, con falsa humildad, como la Cenicienta,
aunque algunos me recuerden con cariño o descubran mi zapatito y
también vayan muriendo.

No descarto la posibilidad
de la fama y del dinero; las bajas pasiones y la inclemencia.
La crueldad no me asusta y siempre viví deslumbrado
por el puro alcohol, el libro bien escrito, la carne perfecta.

Suelo confiar en mis fuerzas y en mi salud
y en mi destino y en la buena suerte:
sé que llegaré a ver la revolución, el salto temido
y acariciado, golpeando a la puerta de nuestra desidia.

Estoy seguro de llegar a vivir en el corazón de una palabra;
compartir este calor, esta fatalidad que quieta no sirve y se
corrompe.

Puedo hablar y escuchar la luz
y el color de la piel amada y enemiga y cercana.
Tocar el sueño y la impureza,
nacer con cada temblor gastado en la huida
Tropiezos heridos de muerte;
esperanza y dolor y cansancio y ganas.
Estar hablando, sostener
esta victoria, este puño; saludar, despedirme
Sin jactancias puedo decir
que la vida es lo mejor que conozco.

(Selección: Jorge Carrol)