martes, 2 de octubre de 2007

¡ES EL TIEMPO DE AMÉRIKA!

Por Makarios Atawallpa Oviedo*

Hace 500 años Europa llegó a Amérika[1]
pero no la descubrió sino que la persiguió y la ocultó. Descubrir significa observar, analizar, discernir, investigar; todo lo contrario a lo que ocurrió hace 5 siglos, en que simplemente los invasores se limitaron a tomar posesión y control de los recursos naturales y humanos de las nuevas tierras.

Recién empieza el mundo a descubrir Amérika, es decir, a conocerlo, estudiarlo, entenderlo, valorarlo. Este interés se ha acentuado especialmente en estos últimos años, en la que científicos e intelectuales de occidente están preocupados por las ciencias y culturas de las sociedades ancestrales amerikanas.

Incluso las corrientes espirituales del mundo entero han reconocido que el "punto de encaje" de la energía del mundo,-para hablar con palabras de Castaneda-, se encuentra actualmente en Amérika y muy particularmente en las tierras de los andes ecuatoriales. Los lamas tibetanos han venido al Ecuador para hacer la entrega formal y simbólica de este “poder cósmico” que estaba en “su territorio”, entendiendo que éste es el tiempo de Amérika y que hoy le toca guiar al mundo para ayudar a construir una nueva humanidad.

Para Amérika, éste es el tiempo del cumplimiento de todas las profecías, tal como lo pronosticaron todos los pueblos que sucedería hace 500 años. Los sabios ancianos de Amérika "vieron" en sus ceremonias del período de receso que vivirían los pueblos amerikanos, como parte del proceso necesario que pasarían las culturas amerikanas para que su conocimiento y sabiduría trascendiera en el tiempo-espacio a una forma universal, y no sucumbiese como otras grandes culturas que tuvieron su apogeo, decadencia y desaparición. Ese nuevo tiempo ha llegado y Amérika se prepara para compartir su visión sagrada de la vida, con todos los hermanos de la tierra.

Amérika está viviendo un nuevo renacer, como parte de su proceso de transformación cíclica que lo viene generando desde hace miles de años. Amérika sigue desarrollándose en espiral como Amaru, la serpiente símbolo de la sabiduría: algo avanza algo regresa, algo continúa algo se detiene... Por eso, con más precisión deberíamos denominar a estas tierras como Amaruka; Amaru = Sabiduría, Ka = Tierra. O Amerikua como la llamaban los Aztekas y que significa La Tierra de los 4 vientos.

Los españoles que quisieron europeizarlo todo, castellanizaron las palabras Amaruka y Amerikua, y surgió América. Además inventaron que este nombre era de origen europeo, en homenaje de un tal Américo Vespucci, quien dicen, realizó el primer mapa de este continente. Sin embargo, en el primer mapa que reposa en la Universidad de Texas el que firma es Alberic Vespucci; por otro lado, en Europa no se tienen referencias de que haya existido este nombre hasta antes de su llegada a estas tierras. Al parecer fue un invento para justificar el origen europeo del nombre y quitarle su matriz nativa, en su afán eurocéntrico de imposición cultural.

Dentro de esta perspectiva, se habla de Amérika como el nuevo continente cuando de las últimas investigaciones realizadas se desprendería que es mucho más viejo de lo que se piensa. Lugares como Tiawanaku o Teotiwakán hablan de civilizaciones más antiguas que las que oficialmente se cuentan en la historia académica. Especialmente Tiawanaku, que tendría no menos de 10.000 años de antiguedad, lo que la ubicaría como la civilización más antigua que se conozca, mayor a la egipcia considerada la "cuna de la cultura universal". De esta misma región proviene el aymará, el lenguaje más parecido al que utilizan las modernas computadoras. Un ingeniero informático boliviano ha inventado un programa de computación por el cual todos los idiomas del mundo se pueden traducir al aymará y de éste a cualquier otro idioma; esto es posible, por cuanto el aymará, utiliza el sistema binario que es el sistema de escritura más preciso que se conozca.

Y no solo que Amérika sería un continente antiquísimo, sino que el hombre amerikano sería originario de estas mismas latitudes, contrariamente a la versión difundida de que es procedente del Asia. La pregunta que nos hacemos, es: si existen plantas, animales, minerales propios de estas tierras ¿ por qué entre todos los seres que habitaban en este continente no iba a existir un ser humano de características particulares al de otros continentes? Lo que no significa desconocer la posibilidad de que hayan existido flujos migratorios del Asia, Oceanía e incluso de la propia Europa y viceversa. Los científicos solo se han limitado a estudiar a los esquimales (Norte de Amérika) que tienen origen asiático, para tejer la teoría de que debieron seguir bajando y regándose por todo el continente.

Incluso de investigaciones recientes, se han encontrado características fonéticas similares entre el idioma kechwa y el sánscrito, el latín y el griego. Y en el caso de los Mayas con los sumerios y los fenicios. ¿Quién emigró primero? difícil de saberlo. Pero si se confirmare que en Amérika hubo civilizaciones más antiguas podría ser que partieron de aquí, al menos se despeja otra creencia de que recién hace 500 años Colón “descubrió América”, cuando los pueblos antiguos ya sabían de sus existencia muchos siglos antes. De esto hay cantidad de elementos arqueológicos que hablan de su contacto y comunicación.

A medida que se va descubriendo Amérika, se van replanteando muchas teorías, especialmente aquellas de que eran pueblos atrasados, primitivos, salvajes, herejes, hechiceros, sodomitas y brujos... Inclusive se puede observar que en muchas ciencias Amérika ya había descubierto una serie de conocimientos, que Europa los encontraría muchísimo más tarde. Así por ejemplo, hace un poco más de 300 años quisieron quemar a Galileo por atreverse a decir que el sol era el centro del universo. Hoy se sabe que los astrónomos quitus y amerikanos, algunos siglos atrás ya lo habían determinado; que la Tierra era un planeta redondo y no un “inmenso disco plano sostenido por una tortuga”; simplemente observaron durante siglos la sombra que proyectaba la tierra en la luna cuando se producía el eclipse de sol. Los astrónomos Kitu Karas (de los cuales somos descendientes) ya habían determinado con precisión donde era la mitad del mundo y que lugares se encuentran en la línea ecuatorial. De modo que los Geodésicos franceses que llegaron al Ecuador hace 300 años a realizar las mediciones del cuadrante terrestre, no hicieron más que verificar, que las apreciaciones astronómicas de nuestras culturas ecuatoriales eran correctas.

* Estudioso y difusor de las culturas y la cosmovisión andina, coordinador del centro Yuyarina
yuyarina@ yahoo.es

[1] Amérika con k por un sentido místico y para diferenciarla de América con C de los estadounidenses, que desde el siglo pasado se apropiaron del nombre América. Hoy el mundo entero cree que los americanos son solamente los EEUU, y a los demás nos denominan latinoamericanos, que es un nombre con una gran carga geocéntrica.

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