«Cuando yo muera, sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable, mi bandera sin derecho a cansarse, la concreta verdad que repartí desde el fuego, el puño que hice unánime con el clamor de piedra que exigió la esperanza».
(Fragmento del poema: Hora de la ceniza. Roque Dalton)
En estos días de abril, en los que el mar se empecina en parir tsunamis, el cambio climático hace lo suyo con las estaciones del año, y la globalización cabalga como bestia en celo por el mundo, mientras los unos devoran a los otros, y la pobreza y asimetrías sociales se erigen como signos implacables de los nuevos tiempos, le ha llegado a Roque otra vez su turno del ofendido.
Un grupo de académicos de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, encabezado por el Decano de la Facultad de Jurisprudencia, Dr. José Humberto Morales; el Director de Escuela de Ciencias Jurídicas, Dr. Julio Olivo Granadino; el Jefe de la Pinacoteca 'Roque Dalton', Mario Castrillo; el Jefe de Ciencias Políticas, Lic. Erick López, y otros, propusieron a la Junta Directiva de esa Facultad la aprobación de un acuerdo que respaldara la propuesta de otorgar al poeta y estudiante de derecho, Roque Dalton García, el título de Doctor Honoris Causa en forma póstuma, así como la aprobación de la publicación de sus obras completas por la Editorial Universitaria.
Así, el 22 de abril, en un acuerdo sin precedentes, la Junta Directiva de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, aprobó la propuesta de respaldar institucionalmente la concesión del título de Doctor Honoris Causa para Roque Dalton García, para lo cual será necesario elevar ante el Consejo Superior Universitario, la referida propuesta, a fin de obtener la respectiva aprobación.Roque Dalton fue un poeta muy prolijo, entre sus publicación figuran: Mía Junto a los Pájaros (San Salvador, 1958), La Ventana en el Rostro (México, 1961), El mar ( 1962), El Salvador (monografía, La Habana, 1963), César Vallejo (ensayo, La Habana, 1963), El otro mundo (1963), Poemas (San Salvador, 1967), El intelectual y la sociedad (conversaciones con escritores, México D. F., 1969, Los pequeños infiernos (Barcelona, 1970), ¿Revolución en la revolución?, Las historias prohibidas del Pulgarcito (México D. F., 1974), Pobrecito poeta que era yo (Costa Rica, 1976), Poemas clandestinos (San Salvador, 1980), Los helicópteros (escrita en colaboración con el escritor, Dr. José Napoleón Rodríguez Ruiz, San Salvador, 1980), Un libro rojo para Lenín (Managua, 1986), Un libro levemente odioso (México, 1988), entre otros.
Más allá de sus méritos literarios, resalta su aporte en la universidad y sociedad, como miembro de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) 1954, fundador del Círculo Literario Universitario en 1956, Secretario de la primera Comisión del Congreso Estudiantil Universitario.Además, se desempeñó como Codirector de Ciencias Jurídicas y Sociales (1959), de la Revista Estudiantil de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador, Corredactor de los periódicos y revistas: La Jodarria, Opinión estudiantil, La Universidad, La Pájara Pinta, Vida Universitaria, entre otros.
Asimismo, su incorporación a la lucha revolucionaria y la conquista de mejores condiciones sociales y económicas para los salvadoreños, le costó persecución, prisión, exilio, dolor y muerte.Roque Dalton fue miembro del Partido Comunista y luego del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y más tarde símbolo en la lucha de la Resistencia Nacional (RN) y el brazo armado de esta, las FARN.Su obra ha sido objeto de investigaciones científicas en los niveles de pregrado y postgrado en maestrías y doctorados en el ámbito nacional e internacional.
Gran conspirador e inspirador de generaciones de jóvenes que asumieron como bandera de lucha, la conquista de una sociedad con justicia social en nuestro país. En su nombre se han institucionalizado premios: Medalla Cultural Anual (México D. F.), Premio Latinoamericano de Cine 'Roque Dalton', establecido por Radio Habana Cuba. También llevan su nombre: la Pinacoteca de la Universidad de El Salvador, el Teatro Municipal de Cámara (barrio San Miguelito, San Salvador), entre otros.
Su obra ha logrado trascender las barreras ideológicas nacionales, al ser reconocido por la Asamblea Legislativa de El Salvador, mediante Decreto No. 186, del 11 de diciembre de 1997, como: «Poeta Meritísimo de la República», incorporando el estudio de su obra en los programas oficiales.La propuesta de Honoris Causa que la universidad ya ha entregado a otras luminarias del pensamiento latinoamericano, como Saramago, Freire, Galeano, entre otros, se vuelve un poema urgente que la universidad y la sociedad salvadoreña, le han quedado debiendo al poeta, intelectual, guanaco, revolucionario y estudiante de derecho.