miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Cómo son y qué piensan los indignados de Nueva York?

Perfil del movimientoOccupy Wall Street
5/10/2011
El movimiento Occupy Wall Street parece estar cogiendo fuerza y se ha convertido en un imán mediático, especialmente tras las detenciones del pasado sábado en el puente de Brooklyn. Los indignados de Zucotti Park tienen prevista una nueva manifestación hoy a las 4.30 pm (22.30 de la noche en España) en Foley Square, muy cerca del corazón financiero de Manhattan, a la que se sumarán otros grupos como el MoveOn y algunos sindicatos.
A la espera de los acontecimientos y tras una polémica cobertura de los medios estadounidenses, la revista New York ha realizado un excelente reportaje para conocer más a fondo el perfil de los individuos que forman parte de este movimiento.
Susan Sarandon, conocida como una demócrata ultraliberal en campaña desde hace años contra la guerra, la pena de muerte y a favor del aborto, se puso esta vez de lado de activistas que protestaban contra la codicia excesiva de las empresas y los negocios bursátiles corruptos. "Entre los ricos y los pobres en este país hay un abismo", dijo la actriz al portal económico cnbc.com.
"Oh yo no formo parte de las protestas de los Occupy WS, yo he estado aquí durante tres años!


Cada vez más

El pasado 17 de septiembre, cuando se prendió la mecha del Occupy Wall Street, se esperó concentrar hasta 90.000 personas, sin embargo, solo cientos de personas hicieron acto de presencia. La semana pasada más de 700 personas fueron detenidas en el puente de Brooklyn, un hecho que puso de manifiesto que el núcleo duro de este movimiento comienza a ampliarse y ganar fuerza en una sociedad donde la libertad del individuo prima sobre las masas sociales.
Dicho esto, entre el centenar de personas que se asientan en el campamento de Zucotti Park, el 66% son hombres, la mayoría de entre 20 y 29 años. Un 79% de los allí presentes consideran que, hasta la fecha, las protestas han sido todo un éxito mientras que más de la mitad de los indignados, alrededor de un 55%, no votaron en las pasadas elecciones.
Algunos han querido presentar al movimiento Occupy Wall Street como el antagonista del Tea Party, un movimiento social ligado al partido republicano centrado en el liberalismo económico que intenta reducir el poder del gobierno en EEUU. Sin embargo, es cierto, que como demuestran las cifras, buena parte de los que protestan por acabar, o mejor dicho, remodelar la clase financiera del país, no vota. Aún así, varios medios conservadores han intentado ligar las protestas al partido demócrata y más directamente al presidente Barack Obama, pero ¿qué piensan los indignados del mandatario del país?.
Los "Occupy" se extienden por varias ciudades, aquí manifestantes en un banco de San Francisco

Una decepción llamada Obama

La respuesta es clara, cerca del 40% estima que Obama les ha decepcionado pese a que creían en su propuesta de cambio. Otro 27% reconoce que nunca pensaron que fuera la elección correcta para dirigir la Casa Blanca y un 22% afirma que el demócrata "lo está haciendo lo mejor que puede". En este sentido, buena parte de los individuos que forman parte del Occupy Wall Street consideran que "el país necesita un cambio radical" y dicen sentirse decepcionados con el partido demócrata. Un 34% está convencido de "que el gobierno de EEUU no es mejor que Al Qaeda".
La radiografía realizada por la revista New York pregunta a los allí presentes por fórmulas para arreglar esta situación. Entre las respuestas más comunes están instaurar una ley que limite los salarios de Wall Street, proclamar a Elizabeth Warren (quien fundo la nueva oficina del consumidor y supervisó el panel independiente sobre la gestión del rescate bancario), como presidenta o simplemente "quemar" Wall Street.
Por último, como ya explicó el director de cine Michael Moore en sus entrevistas para defender el movimiento, Occupy Wall Street no se opone al capitalismo en sí. De hecho,el 46% de las personas que apoyan el movimiento considera que este sistema no es "diabólico" pero necesita ser reformado. Sin embargo, cerca del 37% estima que el capitalismo "no puede salvarse" y califica este sistema como "inmoral".

Martin Sheen respalda a los "indignados" de Nueva York


El actor de "The West Wing" y "Apocalypse Now" es suma
a la lista de famosos que apoyan al grupo de personas que se
atrincheró en Wall Street.



NUEVA YORK.- El veterano actor estadounidense Martin Sheen respaldó hoy a los "indignados" de Nueva York y sus protestas contra Wall Street, ya que considera que el corazón financiero de Manhattan ha sido escenario durante "demasiado tiempo" de "comportamientos escandalosos".

"Creo que el movimiento 'Occupy Wall Street' es una gran idea", aseguró hoy el actor en declaraciones a EFE en Nueva York, donde llegó esta semana para promocionar su última película, "The Way", que rodó junto a su hijo Emilio Estévez sobre el Camino de Santiago y que se estrena esta semana en EE.UU.

Sheen, conocido activista político y social en EE.UU., aseguró que todavía no ha tenido tiempo de pasar por el campamento que los "indignados" de Nueva York instalaron en el sector financiero de Manhattan, pero indicó que apoya su idea "porque la gente quiere que Wall Street responda por sus acciones".

En la foto, M. Sheen marchando por la paz en Los Angeles

"La gente tiene así la oportunidad de expresar su descontento con el comportamiento escandaloso que se ha mantenido en Wall Street durante demasiado tiempo", aseveró el conocido protagonista de la serie "The West Wing" o películas como "Apocalypse Now.

Sheen fue uno de los protagonistas en 1987 de la aclamada película "Wall Street", de Oliver Stone, donde encarnaba a un líder sindical que trataba de alertar a su hijo (Charlie Sheen) para que éste no cayera en las fauces de los especuladores como el que interpretaba en la cinta Michael Douglas.

El actor se convierte así en el nuevo rostro conocido que presta su apoyo público a la iniciativa "Occupy Wall Street" ("Ocupa Wall Street"), cuyos integrantes llevan atrincherados desde el pasado 17 de septiembre en el Bajo Manhattan para protestar contra la "avaricia" del sistema financiero estadounidense.

Famosos como el director Michael Moore ("Bowling for Columbine", "Sicko") o la premiada actriz Susan Sarandon ("Thelma y Lousie", "Dead Man Walking") han acudido ya a la zona donde acampan los "indignados" para mostrar su apoyo a la causa que defienden.

El movimiento de protesta, extendido ya por varias ciudades de Estados Unidos, vivió uno de sus días más destacados el pasado sábado, cuando la Policía de Nueva York detuvo a unas 700 personas que, durante una marcha por el Puente de Brooklyn, invadieron la calle obligando a cortar el tráfico.

Un grupo de esos detenidos presentó ya una demanda contra las autoridades de Nueva York y acusan a la Policía de permitir a los manifestantes llegar hasta el puente de Brooklyn y entonces impedirles abandonar el lugar para proceder a las detenciones.


http://www.emol.com/noticias/magazine/2011/10/05/506668/martin-sheen-respalda-a-los-indignados-de-nueva-york.html

La misión es involucrarnos


Página 12
05-10-2011


Nueva York tiene ocho millones de habitantes; un millón vive en la pobreza. Es una vergüenza. Y, sin embargo, el sistema no se detiene aquí. No importa cuánta vergüenza podamos sentir; la maquinaria va hacia adelante, para hacer más dinero. Nuevas maneras de trampear con las jubilaciones; de robar aún más. Pero algo está sucediendo en Liberty Plaza.
Estuve en Liberty Plaza para realizar un par de notas. Y volveré. ¿Sabías? Están haciendo un gran trabajo ahí. Y están recibiendo aún más apoyo. La otra noche, el sindicato de empleados de transportes –los conductores de ómnibus, los conductores de la metropolitana– votaron con entusiasmo para mantener la protesta. Hace tres días, 700 pilotos de línea –sobre todo de United y Continental– marcharon por Wall Street. No sé si hubo alguna forma de ver esto en televisión. Sé cómo estuvo la cobertura aquí; se mostró a unos pocos hippies que tocaban sus tambores –las cosas típicas que buscan los diarios–. Por favor: ¡que Dios bendiga a los hippies que tocan sus tambores! Pero es la razón por la que “ellos” quieren que se vea sólo esto. Y ahora yo les digo lo que vi en aquella plaza. Vi jóvenes, vi ancianos, vi gente de todo tipo y de todos los colores y todas la religiones. Vi también a la gente que vota por Ron Paul (el candidato presidencial ultraconservador que quiere abolir el Banco Central). Quiero decir, era un grupo de gente de todo tipo. Estaban los enfermeros en esa plaza. Estaban los maestros en esa plaza. Gente de todo tipo.
Hoy martes habrá una nueva manifestación: también los conductores de ómnibus y de la metropolitana marcharán por Wall Street. Oí decir que la UAW (el sindicato de los obreros del automóvil) está pensando en algo parecido. Piensen, su peor pesadilla se convierte en realidad. ¡Los hippies y los obreros del automóvil que marchan juntos! La gente entendió. Y toda esta historia sobre las divisiones internas y esto y lo otro: a la gente no le importa más. Porque esta vez se trata de sus propios hijos que corren el riesgo de no poder ir más a la escuela. Esta vez se corre el riesgo de quedarse sin techo. Esto es lo que en verdad está en juego.
Pero lo que me parece más extraño y bizarro, de los ricos, es cómo habían decidido excederse tanto. Quiero decir: les iba todo muy bien. No, para ellos no era bastante. Para los nuevos ricos no era bastante. Los nuevos ricos que no hicieron su fortuna gracias a una buena idea. Ni a un invento. Ni con su sudor. Ni con su trabajo. Los nuevos ricos que se enriquecieron con el dinero de los otros; con el que jugaron como si fuesen al casino. Dinero más dinero. Y ahora nos encontramos con una generación de jóvenes para los que los héroes a los que emular son aquellos de los canales de televisión de negocios: aquellos que se enriquecieron haciendo dinero sobre aquellos que hacen dinero.
Pero, ¿cuánta necesidad tendremos de jóvenes que se pongan a trabajar para salvar a este planeta? Para encontrar la cura a todos estos males. Para encontrar una manera de llevar agua y servicios higiénicos a los millares de personas sobre esta tierra que no los tienen.
Esto es lo que querría. Que en lugar de que las 400 personas más ricas de este país tengan más riqueza, sean los 150 millones de estadounidenses todos juntos los que estén mejor. Dirán, es una de esas cifras que Michael Moore tira por ahí. Pero es una estadística cierta: verificada por Forbes y por PolitiFact. ¡Las 400 personas más ricas de este país, son más ricos que los 150 millones todos juntos! Pero esto no se puede llamar democracia. La democracia implica una suerte de igualdad: yo no digo que cada pedazo de la torta debe ser de la misma medida, pero ¿no nos fuimos mucho más allá?
Ahora está esta buena noticia. Porque hasta que alguno desafíe a nuestra democracia –mientras que la Constitución se mantenga intacta–, querrá decir que cada uno de nosotros tendrá el mismo derecho de voto que los señores de Wall Street: un voto por persona. Y ellos podrán comprar a todos los candidatos que quieran; pero su mano guiará a nuestra mano cuando estemos en el cuarto oscuro. El mensaje de gritar fuerte es hacer llegar a los millones de personas que se dieron por vencidas –o que fueron convencidas por ignorancia–. Lograremos hacer llegar nuestro mensaje que para aquellos 400 será la peor de las pesadillas. Porque lo único que saben hacer bien son las cuentas. Nosotros somos muchos más que ellos. Depende sólo de nosotros. Basta de despertarse a la mañana y decir “Ok”. Ahora basta. Decidí involucrarme. Esta ahora es nuestra misión, involucrarnos. Por eso les digo: apoyen la protesta de Liberty Plaza.
* Durante la presentación del último libro de Moore en ST. Mark’s Bookstore.
Traducción: Celita Doyhambéhère.


Acerca de lo mismo...


WASHINGTON.- El cineasta Michael Moore presentó en la universidad católica jesuita de Georgetown su última obra, el libro de memorias, "Here Comes Troubles", en el que se refiere en profundidad al "gran pecado capital" de Estados Unidos: la codicia.

"Nosotros los estadounidenses hemos permitido que un pequeño grupo de personas se convirtieran en expertos de uno de los siete pecados capitales", señala. "Y ese pecado, por supuesto, es la codicia".

En los años 1960-70, explicó Michael Moore, quien toma como ejemplo su propia infancia en Flint, dependiente del sector automovilístico, los ricos pagaban ciertamente muchos impuestos, pero vivían muy cómodamente, mientras que los menos ricos tenían una vivienda, educación gratuita y empleo seguro.

Pero hay que concluir que eso ya no ocurre hoy, afirmó el realizador de "Bowling for Columbine" y "Fahrenheit 9/11", por el que recibió la Palma de Oro en Cannes en 2004.

"¿Qué ocurrió en estos últimos treinta años como para que pensemos que hicimos algo bueno al crear una sociedad que genera tanta miseria?", se pregunta, recordando que 46,2 millones de norteamericanos viven en la pobreza.

"¿Qué de lo que ha dicho Jesús está vinculado con el hecho de que las personas sean desalojadas de sus casas?", agregó en referencia a los embargos inmobiliarios que siguieron a la crisis de los préstamos hipotecarios de riesgo ("subprime") en Estados Unidos.

"¿O con que no se le dé un seguro de salud (a los que carecen de él) o que no se les atienda cuando caen enfermos?", agrega.

"El principal problema no es la deuda. Necesitamos empleo, empleo y empleo", insiste luego cuando responde a las preguntas de los estudiantes, lo que le permite volver sobre los temas que más le interesan, como el del uso de armas de fuego.

¿La política del presidente Barack Obama? "En un partido no se puede jugar al revés durante las tres cuartas partes del tiempo e intentar ganar al final", afirma Moore, quien le dio su apoyo a Obama durante la campaña presidencial de 2008.

El problema, añade, "es el capitalismo del siglo XXI", que debería ser "totalmente reestructurado".

"No creo que sea imposible (...) pero necesitaremos más iniciativa gubernamental, y que nosotros, los ciudadanos, nos pongamos manos a la obra para garantizar que la torta se divida de manera equitativa", estimó el cineasta.